lunes, 21 de diciembre de 2009

El invierno ya está aquí



Hoy hace frío, empezó el invierno, si. Los hombres que tienen ideales románticos piensan que los árboles han tardado en darse cuenta de que llegó la hora de dormir, pero no es así. Ellos saben cuándo es hora de retirarse a descansar, ellos ven más allá que nosotros.
No tienen ojos para ver que el suelo cubre su piel con un manto blanco, pero lo sienten,
No tienen oídos para escuchar que sus hojas acarician sus pies, pero lo sienten.
Son las Dríadas que habitan bajo su corteza las que les susurran al oído todas las buenas nuevas que ocurren en el bosque.


Estamos en tiempo de descubrir las hermosas bondades del invierno, cuando la Diosa se retira a oscuras a soñar la futura primavera.
Es tiempo de descansar, de meditar, de planificar nuestra vida no más allá de una estación, no más allá de abrir la puerta e ilusionarnos con la explosión de luz y colores que nos regala Gaia.
Así que os invito a que cojáis un buen libro, una tacita de té, una manta y os acurruquéis a ensoñar.


Felices sueños mis queridos hermanos.


Whillow

viernes, 11 de diciembre de 2009

El poder del ahora

martes, 1 de diciembre de 2009

Espíritu indio


No te acerques a mi tumba sollozando.
No estoy allí. No duermo ahí.

Soy como mil vientos soplando.
Soy como un diamante en la nieve, brillando
Soy la luz del sol sobre el grano dorado
Soy la lluvia gentil del otoño esperado

Cuando despiertas en la tranquila mañana,
Soy la bandada de pájaros que trina
Soy también la
mientras cae la noche en tu ventana

Por eso, no te acerques a mi tumba sollozando
No estoy allí. Yo no morí

Plegaria Iroquesa



Gran espíritu que estás en el viento, escúchame!

Déjame contemplar la belleza del alba y de los ocasos rojos .

Haz que mis manos maten
solamente lo necesario para vivir.

Haz que yo no sea superior a mis hermanos,
y que sepa, si la ocasión se presenta,
combatir con valor, incluso contra mí mismo...

Para que cuando el sol se ponga,
pueda cabalgar hacia tí, por las grandes praderas,
Sin vergüenza.
.

La oración del árbol



Amigo, escucha :

Yo soy la tabla de tu cuna,
la madera de tu barca, la superficie de tu mesa,
la puerta de tu casa.

Yo soy el mango de tu herramienta,
el bastón de tu vejez.

Yo soy el fruto que te regala y te nutre,
la sombra bienhechora que te cobija
contra los ardores del estio,
el refugio amable de los pájaros que limpian
de insectos tus campos.

Yo soy la hermosura del paisaje,
el encanto de la huerta, la señal de la montaña,
el lindero del camino.

Yo soy la leña que te calienta en los dias de invierno, el perfume que te regala y embalsama el aire a todas horas, la salud de tu cuerpo y la alegria de tu alma.

Por último yo soy la madera de tu ataud.

Por todo eso amigo que me contemplas,
tú que me plantaste con tu mano y puedes llamarme hijo....

Mirame bien pero....

....¡ NO ME HAGAS DAÑO!.



Vizconde de Chateaubriand

 
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